Diez claves para prevenir los síntomas de alergia
La prevalencia de las enfermedades alérgicas ha aumentado en gran medida durante los últimos cuarenta años y, actualmente, estos problemas afectan a un 30% de la población española, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Sin embargo, como apunta Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Médico de Laboratorios Cinfa, «la persona no nace alérgica, cualquiera podemos llegar a desarrollar una alergia a una sustancia, en función de nuestra exposición a algún alérgeno en cantidades mayores a lo habitual durante un tiempo prolongado o repetidas veces. Por ejemplo, a los ácaros, el pelo y la caspa de los animales, algunos alimentos (la leche de vaca, el huevo, los mariscos, los frutos secos…), fármacos como la penicilina, el níquel o el látex o el veneno de insectos como la abeja o la avispa».En España, la enfermedad alérgica más habitual es la alergia al polen, que afecta a ocho millones de personas, aproximadamente, y está causada principalmente por el polen de algunas plantas o árboles. En concreto, las gramíneas, el olivo, el ciprés, la salsola, el plátano de sombra y la parietaria son las especies que con mayor frecuencia provocan alergia. Y es en las zonas más pobladas, las ciudades, donde más está aumentando su incidencia, debido a la mayor contaminación y a la plantación de especies muy alergénicas en las zonas urbanas.
Para la mayoría de las personas, plantas como las anteriores resultan inofensivas, pero el organismo de los alérgicos considera su polen un agente invasor. «Para protegerse, libera sustancias como la histamina, que producen síntomas tan clásicos como los estornudos, la secreción nasal acuosa, el picor de nariz y el lagrimeo, pero también enfermedades que pueden llegar a ser graves como el asma alérgica, urticaria o edema de glotis», añade González Zorzano.Para atajar este problema, lo primero es identificar el agente que provoca la alergia y después seguir un tratamiento médico para controlar los síntomas, siempre pautado por un especialista, o bien vacunas específicas para intentar impedir su aparición. No obstante, el experto insiste en que la primera medida es «evitar el contacto con el propio alérgeno». Colocar filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado o evitar tender en el exterior cuando llega la primavera son dos ejemplos de sencillos hábitos que ayudarán a las personas alérgicas a aumentar su calidad de vida. «La lucha contra la alergia comienza en la prevención”, recalca González Zorzano.